Mis besos lloverán sobre tu boca oceánica
primero uno a uno como una hilera de gruesas gotas
Tomas Segovia
Son tus pasos los que obligan,
al apetito de tu noche, al encuentro de tu aliento,
la retrasada huella de tu lengua.
con la luna, tu silueta se complica
con mis ojos te procuro la mejor caricia,
que viola tu carne firme de nocturno secreto
un calor callado en la grata penumbra.
besaré tus pechos
para sentir que aun late la vida
en este momento la noche me gasto
lloverá sobre tu boca oceánica, duros suspiros,
memoria en formas de tu cuerpo
y los pagos se acercan,
reclamándote, compañera,
de mi deseosa soledad.
J. ANGEL GARCIA CARBAJAL