TREINTA DE JUNIO
Este día, voy a brindar por mí,
voy a brindar por el hambre
y sus fieles pobres seguidores,
por los zapatos y el reloj,
que caminan y no marchan, avanzan
por el mar y sus náufragos
por las islas y sus rescates a buena hora;
voy a brindar por los que no están
y por los que de a poco, nos estamos yendo,
voy a brindar por mi sangre
y los que crecen, por los que quedan,
por las negras nubes
y sus lagrimas de verano,
por los colores, que son sabios;
voy a brindar por lo vagabundo que he sido
por los otros caminos y los sueños que deje,
por mi mano izquierda
que también sirve para sostener el cigarrillo,
por la justicia, esa
que ha quitado cadenas, hasta a los perros,
voy a brindar por Dios
¡a ver si transforma el agua en vino!
por las inmortales flores de plástico
y los bellísimos pechos de silicón,
por los elefantes y su memoria,
por lo que hice y no me acuerdo,
porque no te salves, cuando llegué la hora;
voy a brindar por el canto de las sirenas
que cruelmente me obliga, que me hechiza,
por tu última gota de vida
que es la que se queda, la que no se resigna
y sobre todo,
voy a brindar por la bala, de otro año que entra
y el invierno que empieza, a caerme encima.
J. ÁNGEL GARCÍA CARBAJAL
